Happy and holy 27th Sunday in Ordinary Time! Today our Church calls us to give thanks for the gift of life as we celebrate “Respect Life Sunday.” It is time to reflect deeply on our call to serve and care for the most vulnerable in society. The Catholic Church reminds us life begins at the moment of conception and continues on earth until the time of natural death. In this we must protect life agains the sins of euthanasia, the death penalty and abortion.
While we often focus on abortion we are called to care for all God’s children especially the most vulnerable. As our Catholic Church is asking us to vote no on Proposition 1 in the upcoming election, we know the many different feelings and emotions this topic brings to our heart.
We are commanded by our faith to care for the most vulnerable families, women and children who face the pressures from society to act against the gift of life and to reach out to those who have suffered this great tragedy in the life.
Archbishop William Lori teaches, “Words alone are not nearly enough to bring about the revolution of love necessary to create a world where all mothers, children, and families are welcomed and protected. For this we must have the courage to love—to act and bear witness by caring for the least among us, without condition or expectation of recompense. It is only through such radical witness that hearts will be softened such that they can receive the truth of the Gospel of Life.”
In acting in faith, hope and love we hear the words of the great social activist Servant of God Dorothy Day who experienced the sadness of an abortion in her life where she says: “The Gospel takes away our right forever, to discriminate between the deserving and the undeserving poor…To me, birth control and abortion are genocide…I say, make room for children, don't do away with them.”
We know how difficult this topic can be, Pope Francis makes clear the cost of standing for life when he writes, “Defend the unborn against abortion even if they persecute you, calumniate you, set traps for you, take you to court or kill you.”
As we form our conscience in preparation for voting this year, we are reminded life and the gift of life are always the first and most important blessings God shares with us.
God Bless,
Fr. Mark
¡Feliz y santo Domingo XXVII del Tiempo Ordinario! Hoy nuestra Iglesia nos llama a dar gracias por el regalo de la vida mientras celebramos el “Domingo de Respeto a la Vida”. Es hora de reflexionar profundamente sobre nuestro llamado a servir y cuidar a los más vulnerables de la sociedad. La Iglesia Católica nos recuerda que la vida comienza en el momento de la concepción y continúa en la tierra hasta el momento de la muerte natural. Por lo que debemos proteger la vida contra los pecados de la eutanasia, la pena de muerte y el aborto.
Si bien a menudo nos enfocamos en el aborto, estamos llamados a cuidar a todos los hijos de Dios, especialmente a los más vulnerables. Es por lo que nuestra Iglesia Católica nos pide que votemos no a la Proposición 1 en las próximas elecciones. Sabemos los diferentes sentimientos y emociones que este tema trae a nuestro corazón.
Nuestra fe nos ordena cuidar de las familias, mujeres y niños más vulnerables que enfrentan las presiones de la sociedad para actuar en contra del don de la vida y llegar a aquellos que han sufrido esta gran tragedia en la vida.
El arzobispo William Lori, enseña: “Las palabras por sí solas no son suficientes para llevar a adelante la revolución del amor necesaria para crear un mundo donde todas las mujeres, los niños y las familias sean bienvenidos y protegidos. Para esto debemos tener el valor de amar, de actuar y dar testimonio, cuidando a los más pequeños entre nosotros, sin condiciones y sin esperar una recompensa. Es solo a través de un testimonio tan radical que los corazones se ablandarán para poder recibir la verdad del Evangelio de la Vida”.
Al poner en práctica la fe, la esperanza y el amor escuchamos las palabras de la gran activista social y Sierva de Dios Dorothy Day quien experimentó la tristeza de un aborto en su vida y la cual nos dice. “El Evangelio nos quita el derecho para siempre, a discriminar entre los pobres dignos e indignos… Para mí, el control de la natalidad y el aborto son genocidio… Yo digo, hagan lugar para los niños, no los eliminen”.
Sabemos lo difícil que puede ser este tema, el Papa Francisco deja claro el costo de defender la vida cuando escribe: “Defiende al no nacido contra el aborto, aunque te persigan, te calumnien, te pongan trampas, te lleven a juicio o te maten”.
Mientras seguimos formando nuestra conciencia en preparación para la votación de este año, se nos recuerda que la vida y el don de la vida son siempre las primeras y más importantes bendiciones que Dios comparte con nosotros.
¡Dios los bendiga!
Padre Mark