Happy 32nd Sunday in Ordinary Time! I hope you have had a wonderful “fall back” weekend as we change our clocks once more and adjust our sleep schedules again…more on this later.
This Tuesday is election day. It is our hope you have formed your conscience well and have or will be voting for the good in support of issues of life and peace both in candidates and propositions and ballot measures. I have written and our California Catholic Bishops have spoken out strongly against Proposition 1. I don’t know what else to say other than this extreme ballot measure will be harmful to the most vulnerable in our state. It saddens me to think, if this proposition passes, the amount of money our state will expend to promote and perform abortion will grow exponentially but not one penny of new expenditure will go towards the care for women who choose life and their families by our state government.
Our fight for life is a fight to lift the dignity of all families and care for all expectant mothers and their children. If you have not already voted please vote NO on Proposition 1. Thank you.
Change is very hard and this “time change” thing is even harder. But the difficulty of the time change is a wonderful way to think about the change of seasons, both in nature and in our Church calendar. The first Sunday of Advent is just a few weeks away on the Last Sunday of November. In the world around us we already see the “Christmas” decorations and displays going up in stores. The Hallmark channel is already running non-stop Christmas themed movies. Soon our calendars will begin to fill with parties and celebrations pointing towards Christmas. Sadly, by the time Christmas Day arrives, the larger society tells us, “we are tired of Christmas…let’s move on.”
This is the same temptation we will face. We can get so busy preparing we fail to celebrate when the time comes. Please take time over the next few weeks to breathe and relax, to think and pray about what will my Advent look like this year and how will I celebrate not just the opening of presents, the visiting of family and friends, or the day of Christmas itself…but how will I celebrate the birth of our Lord and Savior Jesus Christ each day of my life?
God Bless,
Fr. Mark
¡Feliz Domingo XXXII del Tiempo Ordinario! Espero que hayan tenido un maravilloso fin de semana de "cambio de horario" mientras atrasamos nuestros relojes una vez más y ajustamos nuestros horarios de sueño nuevamente... más sobre esto más adelante.
Este martes es el día de las elecciones. Esperando que con una conciencia bien formada hayamos votado o vayamos votar para el bien, apoyando las cuestiones de la vida y la paz tanto por lo que respecta a los candidatos, como en las propuestas y proyectos de ley. He escrito y nuestros Obispos Católicos de California se han pronunciado enérgicamente en contra de la Proposición 1. No sé qué más puedo decir aparte de que esta medida electoral extrema será perjudicial para los más vulnerables de nuestro Estado. Me entristece pensar que, si se aprueba esta propuesta, la cantidad de dinero que gastará el Estado para promover y realizar el aborto crecerá exponencialmente, pero el Gobierno de nuestro Estado no destinará ni un centavo para el cuidado de las mujeres que eligen la vida y a sus familias.
Nuestra lucha por la vida es una lucha para levantar la dignidad de todas las familias y cuidar a todas las madres embarazadas y a sus hijos. Si aún no ha votado, vote “NO” a la proposición 1. Gracias.
El cambio es muy difícil y esto del “cambio de horario” es aún más difícil. Pero la dificultad del cambio de hora es una forma maravillosa de pensar en el cambio de estaciones, tanto en la naturaleza como en el calendario de nuestra Iglesia. Faltan pocas semanas para el primer domingo de Adviento, el último domingo de noviembre. En el mundo que nos rodea ya vemos las decoraciones y exhibiciones de "Navidad" en las tiendas. El canal Hallmark ya está transmitiendo películas con temas navideños sin parar. Pronto nuestros calendarios comenzarán a llenarse de fiestas y celebraciones que apuntan a la Navidad. Lamentablemente, cuando llega el día de Navidad, la sociedad en general nos dice: “estamos cansados de la Navidad… sigamos adelante”.
Esta es la misma tentación que enfrentaremos. Podemos estar tan ocupados preparándonos que no celebramos cuando llega el momento. Tómese un tiempo durante las próximas semanas para respirar y relajarse, para pensar y orar sobre cómo viviré mi Adviento este año y cómo celebraré no solo la apertura de regalos, la visita de familiares y amigos, o el mismo día de Navidad... sino ¿cómo voy a celebrar el Nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo cada día de mi vida?
¡Dios los bendiga!
Padre Mark